Tener unos senos grandes puede ser un atributo para algunas mujeres, pero si son muy grandes pueden constituir una pesadilla para la gran mayoría.
Unos senos muy grandes ocasionan problemas físicos, emocionales y sociales. La mayoría de las mujeres con senos muy grandes se quejan de dolor de espalda, dolor en la nuca, en el cuello y en la columna vertebral.
Así mismo, tienen problemas de postura, aumentando la cifosis dorsal quedando encorvadas y sufriendo marcas acentuadas del brasier sobre los hombros. Con frecuencia presentan dermatitis en el pliegue mamario, debido a la fricción y acumulo de humedad. Emocionalmente se sienten inhibidas, deprimidas, inseguras y con baja autoestima.
Desde el punto de vista social padecen dificultades para encontrar un brasier apropiado, las blusas deben ser de diferente talla al pantalón o la falda y algunas veces sus relaciones de pareja son limitadas o inexistentes por sentirse “apenadas”, evitando exponerse en público e ir a paseos de playa o piscina.
Cuidados previos a la cirugía de mamoplastia reductora
Primero elija un cirujano plástico reconocido, que sea miembro de la Sociedad de Cirugía Plástica de su respectivo país, que le inspire confianza y tenga experiencia en este tipo de cirugía. Esto le garantizará que el procedimiento quirúrgico sea en una clínica con todos los recursos médicos a su disposición y en un ambiente estéril, libre de bacterias. De esta forma evitará caer en manos de inescrupulosos poco o nada capacitados para el ejercicio de la cirugía plástica. También debe realizarse los exámenes pre-operatorios de sangre, orina y el electrocardiograma para minimizar los riesgos.
No tome aspirina durante la última semana antes de la cirugía de mamoplastia de reducción e infórmele a su cirujano si toma algún otro medicamento.
Riesgos de la cirugía de reducción mamaria
Son los mismos que se presentan para otras cirugías como alergia a algún medicamento, sangrado, hematomas e infección de la herida con dehiscencia de los puntos de sutura, lo cual es tratado médicamente por el especialista. Para minimizar estos riesgos es importante seguir las instrucciones y tomar las medicinas indicadas.
La pérdida de sensibilidad de los pezones es otra complicación que se puede presentar, debido a alguna falla técnica o falta de experiencia en este tipo de cirugía. La sensibilidad puede recuperarse parcialmente con el tiempo pero en algunas oportunidades es permanente. Los cambios de color y textura de las areolas y de la cicatriz que la hacen más visibles, tienden a mejorar con el tiempo.
Detalles del procedimiento de la mamoplastia reductora
Previamente se toman las fotografías y se realiza la marcación de los puntos de referencia y líneas de corte. La anestesia preferida es la peridural en la cuál se anestesia solamente el pecho. También puede hacerse con anestesia general.
La cirugía, que duran entre 3 y 4 horas, consiste fundamentalmente en eliminar el polo inferior de la glándula, utilizando la técnica en “L” la cual es más estética y reduce la cicatriz unos 10 centímetros, comparada con la técnica tradicional en “ancla” o “T” invertida.
Posteriormente se reubica la areola, reduciéndola de tamaño para que armonice con el nuevo seno. La línea de cicatrización desciende desde la areola unos 4 centímetros y luego se encurva hacia el lado sin salir del seno. Esta cicatriz es muy poco perceptible después del sexto mes.
Terminado este procedimiento quirúrgico se realiza la curación y se dejan adhesivos para proteger la herida y evitar su contaminación. Finalmente, se coloca el brasier pos-operatorio para ejercer una compresión y reposo relativo de los senos para prevenir sangrados y hematomas.
Cuidados pos-operatorios de la mamoplastia de reducción
Guardar un reposo relativo durante la primera semana, evitando movimientos bruscos y esfuerzo, usando durante todo este tiempo el brasier pos-operatorio. Después de la segunda semana, la paciente puede volver a conducir y después de la tercera, usar un brasier común.
Se debe evitar mojar las curaciones en los primeros 14 días para que las bacterias no aprovechen la humedad y colonicen las heridas.
Es fundamental tomar los medicamentos indicados y avisarle al doctor sobre los cambios que se presenten como dolor, sangrado, cambios de color y temperatura.
Es importante asistir a los controles para la curación y retirada de los puntos, lo cual suele acontecer entre el 8 y 10 días.
Se deben utilizar los adhesivos protectores de la herida durante tres meses para garantizar la mejor cicatrización y evitar exponerse al sol durante tres meses.
Como cuidado a largo plazo es recomendable utilizar una crema hidratante hasta el sexto mes. En este tiempo las líneas de cicatrización estarán maduras y muy poco perceptibles.
¿Puedo lactar después de una mamoplastia reductora?
Si, la lactancia se produce de una forma natural. Se recomienda no embarazarse en los primeros 6 meses del pos-operatorio de una cirugía plástica de reducción de mamas. Los senos aumentarán su volumen durante el embarazo y la lactancia para luego volver a su tamaño inicial o menor, produciéndose una ligera caída de la glándula.
El Dr. Belman Galvis Maldonado, cirujano plástico, acreditado por la sociedad brasilera de cirugía plástica y miembro de la sociedad colombiana de cirugía plástica, con mas de 15 años de experiencia y miles de pacientes satisfechos en todo el mundo, le ofrecen un servicio de Optima calidad y máximo nivel de seguridad.
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